El romance de los Dioses
hola chicos hoy les quería traer la historia de los Dioses y sus diferentes amores <3
la mejor forma de empezar para mi con este blog seria con nuestro rey del amor
EROS Y PSIQUE
Según la historia, inmortalizada por Apuleyo en su Metamorfosis (El asno de oro), Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas, hijas de un rey de Anatolia. Afrodita (Venus), celosa de su belleza, envió a su hijo Eros (Cupido) para que le lanzara una flecha que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase.Sin embargo, Eros se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar.Cuando Psique se durmió, se la llevó volando hasta su palacio.Para evitar la ira de su madre, una vez que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad.Cada noche, en la oscuridad, se amaban . Una noche, Psique le contó a su amado que echaba de menos a sus hermanas y quería verlas. Eros aceptó, pero también le advirtió que sus hermanas querrían acabar con su dicha.Las hermanas fueron trasportadas al Olimpo durante ese breve e incierto pasaje entre el sueño y la vigilia .Asombradas por la majestuosidad del palacio, interrogaron rápidamente a Psique sobre la identidad de su marido. Incapaz de explicarles cómo era su marido, puesto que no le había visto, titubeó y les contó que era un joven que estaba de caza, pero acabó confesando la verdad: que realmente no sabía quién era.Así, las hermanas de Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia.
Psique les hace caso y llevó a cabo el plan con perfecta astucia. Cuando las sombras eran más espesas, y los besos y caricias se había diluido como una tormenta que poco a poco se repliega hacia el horizonte, la joven encendió la lámpara.Eros dormía. Su rostro era como si la perfección de las esferas celestiales hubiesen encontrado la forma de adoptar una forma humana. Maravillada por la belleza del joven, Psique tropezó y una gota de aceite hirviendo (de la que Apuleyo hace un tópico medieval: stilla olei ardentis) cayó sobre el rostro de Eros dormido, que despierta indignado.
La furia de los Inmortales resplandeció en sus ojos; una ira primordial, implacable, que no conoce paralelos en el corazón humano. Con en peso colosal de la decepción sobre los hombros, Eros le recordó su promesa, y luego abandonó el palacio, asegurándole que ya no volverá a verlo jamás.
Cuando Psique se da cuenta de lo que ha hecho, decide ir en busca de Afrodita, en cuya compañía estaría Eros.
Encuentra, en efecto, a Afrodita, pero la diosa, indignada, no presta atención a sus súplicas y sube al Olimpo.Ruega entonces a Júpiter que envíe a Mercurio en busca de Psique, que estaba en el templo en ademán suplicante.
Cuando Psique es presentada a Afrodita, la diosa, irritada, le arranca el cabello, le hace trizas la ropa, le da golpes en la cabeza,
Psique ruega a Afrodita por un milagro, que le devuelva el amor de Eros (según esto sí lo amaba), pero Afrodita, dueña de un rencor que sólo el amor traicionado puede albergar, le ofrece una única posibilidad para recuperar a su amante, le ordena realizar cuatro tareas, entre ellas, un trabajo imposible para cualquier mortal: descender al Hades, el lugar de los muertos, antes de recuperar a su amante divino.Afrodita, que siempre supo como sacar provecho aún de las situaciones más peligrosas, sabía que en cada cabello de Perséfone se hallaba el germen de una belleza poco convencional.
Para que Afrodita pudiera hacerse de esa belleza, como cuarto trabajo, Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un cabello, pues Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la traición de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza.Afrodita le entregó a Psique un cofre negro como las alas de la noche, en donde debía depositar lo con sumo cuidado, pues la hermosura del inframundo es letal para el tacto humano.
Impulsada por un arrepentimiento sincero, Psique se encaminó hacia el inframundo para rogar a Perséfone, la Reina del lugar de los muertos, que le regale un cabello de su exhuberante cabellera. Un pedido osado, y acaso fatal, porque existe un sólo camino hacia el Hades: la muerte.
Psique estaba a punto de arrojarse desde lo alto de una torre cuando una voz extraña. la detuvo en el último momento y le indicó un pasaje alternativo, una suerte de umbral sobre el que poco se sabe, que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar al can Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta.
Psique apaciguó a Cerbero con un pastel de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. En el camino, vio manos que salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un pastel de cebada, pero ella rehusó.Una vez allí, Perséfone dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita y le regaló uno de sus hermosos cabellos.
Una vez más psique pagó a Caronte y le dio el otro pastel a Cerbero para volver al mundo de los vivos.
Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma, pensando que si hacía esto, Eros le amaría con toda seguridad.
Cuando abrió el cofre, emergió un vapor narcótico que los griegos llamaban el Sueño Estigio, es decir, el olvido inevitable que cae sobre todos los muertos.
Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, y luego se presentó ante Zeus para que éste ayudara a la joven.
El anciano Rey de los dioses del Olimpo, conocedor de las debilidades del amor, convirtió a Psique en inmortal y la trasladó a los palacios de Eros.
Eros suplicó entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique.
Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique. Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique, y la hija que éstos tuvieron se llamó Placer o (en la mitología romana) Voluptas.
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